lunes, 10 de mayo de 2010

Gestión de paradigmas en la facilitación de procesos sociales

Mayo 4, 2010 por rodrigoarce1
La gestión de paradigmas en la facilitación de procesos sociales
Por Rodrigo Arce Rojas[1]
Los paradigmas refieren al conjunto de conceptos que conforman la estructura mental a través de la cual los seres humanos perciben tanto al mundo exterior y sus sensaciones, como sus experiencias personales (Lefcovich, 2005). Los paradigmas representan la forma cómo concebimos las cosas e influyen en la forma cómo pensamos, sentimos y actuamos. Los contenidos y enfoques de nuestros discursos son en el fondo manifestación de nuestros paradigmas o conjunto de creencias y valores profundos.
La configuración de nuestros paradigmas obedece tanto a nuestras propias experiencias personales como a la influencia de la cultura en la cual nos inscribimos. Los paradigmas constituyen una suerte de modelación interna que hacemos de la realidad para simplificar el proceso de toma de decisiones. Como no es posible ni deseable estar empezando nuevamente frente a cada situación que surge nos construimos modelos mentales que nos servirán como guía para la actuación. Quiere decir entonces que por economía mental construimos modelos básicos de pensamiento que nos permiten interactuar en el mundo.
Esta suerte de modelos mentales no necesariamente son acabados y tampoco son inmutables. Nuevos elementos que aparecen en el entorno van ajustando el modelo básico. Ahora bien el grado de plasticidad para ajustar los modelos no son fijos para todas las personas. Algunos tienen más flexibilidad que otros. El grado de plasticidad para ajustar los modelos depende del nivel de apertura mental que tiene cada persona. Una persona que es dogmática en sus ideas tiene muchas mayores dificultades para incorporar los nuevos elementos que aparecen y que contradicen sus creencias básicas.
Los paradigmas se construyen a través de la confluencia de la experiencia personal, la cultura, la educación y los procesos de socialización. De acuerdo a esta situación podemos reconocer tres fuentes básicas: i) producto del raciocinio o de construcción lógica, ii) producto de ideas fijas preconcebidas determinadas por la educación y los otros procesos de socialización en el marco de una cultura determinada y iii) producto de emociones. Queda claro entonces que los paradigmas siendo procesos fundamentalmente mentales en el fondo resumen la estructura biopsicosocial de las personas.
Manejar paradigmas implica ser capaz de identificar los modelos mentales con los cuales te acercas a una situación determinada y la capacidad de ponerlos en consistencia para ver el grado de coherencia y consistencia que tiene respecto a una situación dada. Manejar paradigmas implica una alta capacidad analítica y de auto observación. A la vez demanda una actitud de humildad para reconocer con objetividad el grado de pertinencia de tu patrón mental con la realidad. Implica apertura que quiere decir no atarse a las ideas preconcebidas y tener la predisposició n de escuchar, mirar cosas que no necesariamente coinciden con mi manera de ver las cosas.
Actitudes o discursos como “es mi manera de pensar”, “así soy yo, nadie me va cambiar” obviamente no ayudan a identificar los paradigmas con los cuáles uno está interactuando frente a determinada situación. Tampoco ayudan las expresiones como “así lo dice o lo hace o todo el mundo”, “así lo dice el experto, “así lo dice el libro” pues son trampas de las cuales tenemos que tener la capacidad de evitar caer. Como podemos apreciar manejar los paradigmas implica la capacidad de salir de tu zona de comodidad.
Nos aferramos a nuestras ideas porque es el equilibrio psicológico que nos hemos construido y nos resulta difícil mover el edificio mental con el que actuamos. A veces mover un solo ladrillo de esta estructura genera pavor porque “nos mueve el piso”. Fundamentalismo y dogmatismos se explican por raigambre a creencias que no necesariamente pasan por la prueba de la consistencia con la realidad actual. “Más vale lo viejo conocido que lo nuevo por conocer” implica resistencia a explorar nuevas opciones o explicaciones. Salir de tu zona de comodidad implica aceptar que hay nuevos mundos por explorar, nuevos sentidos, significados y que en el fondo constituyen la posibilidad de encontrar explicaciones más enriquecedoras.
El respeto a principios y valores cuando están orientados a la dignidad de las personas, a la comunión espiritual con la sociedad y el cosmos constituyen valiosos referentes de actuación para la sostenibilidad. El problema es cuando confundimos principios y valores con suposiciones y dejamos que éstas dominen nuestro universo mental y actitudinal.
“Cuando ya tenía respuestas a la vida, me cambiaron las preguntas” vigente expresión de mayo del 68 da cuenta de la necesidad de tener la respuesta correcta para la pregunta correcta. Sólo que a veces esperamos la respuesta correcta teniendo la pregunta incorrecta. Todo porque no hemos sabido identificar los paradigmas. De ahí que la gestión de paradigmas sea una cuestión de sostenibilidad y de paz social.
Fuente: http://rodrigoarce1.wordpress.com/

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