sábado, 4 de agosto de 2012

INFORME LA CRIMINALIZACIÓN DE LAS PROTESTAS SOCIALES DURANTE EL PRIMER AÑO DEL GOBIERNO DE OLLANTA HUMALA “DE LA GRAN TRANSFORMACIÓN A LA MANO DURA”

INTRODUCCIÓN
El Presidente Ollanta Humala llegó al poder prometiendo una forma distinta de abordar los conflictos sociales vinculados a las industrias extractivas, que desde hace ya varios años sacuden al país. Así, su campaña electoral tuvo mucha llegada sobre todo en el fuera de la capital y, muy en especial, en Cusco o Cajamarca, regiones en las que se han producido los más graves conflictos socioambientales de los últimos meses: Conga1 y Espinar. En la campaña electoral del 2011 el entonces candidato Humala tomaba distancia, por un lado, de la política del ―perro del hortelano‖ que predicó y puso en práctica Alan García y, por otro lado, de la candidata Keiko Fujimori que, fiel a su estilo familiar, era la abanderada de la mano dura para enfrentar los conflictos sociales, lo que inclusive le granjeó el apoyo de algunas de las más importantes empresas mineras.
Por otro lado, entre la primera y segunda vuelta electoral, el candidato Humala moderó su discurso en algunos aspectos claves y, en especial, cambió su inicial plan de gobierno de la ―Gran transformación‖ por uno más moderado que se convino en llamar la ―Hoja de ruta‖. Esto supuso que otros sectores sociales y políticos –que no lo habían apoyado en la primera vuelta– lo respaldaran públicamente ante el peligro que con la candidata Fujimori –hija del ex presidente preso por graves violaciones de derechos humanos y corrupción– retornara la mafia que nos gobernó durante la década de los noventa. Como era obvio en ese momento, diversos sectores progresistas, de izquierda o liberales, también teníamos el fundado temor que Humala optara por la pendiente autoritaria del chavismo y pusiera en peligro, no sólo el crecimiento económico de la última década, sino también el respeto de derechos fundamentales como la libertad de expresión.

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