Gary T. Gardner,
del Worldwatch Institute, alerta sobre la necesidad de incidir en las
soluciones prácticas al calentamiento global
Ampliar foto Gary T. Gardner, en su
conferencia en Valencia con motivo del congreso sobre cambio climatico de APIA.
El politólogo
estadounidense Gary T. Gardner es miembro desde hace 23 años del Worldwatch Institute, una de las
organizaciones internacionales sin ánimo de lucro más prestigiosas en el
estudio científico del impacto de las acciones de la humanidad sobre el medio
ambiente y la vida. Gardner visitó Valencia la semana pasada para departir
sobre el escenario mundial del cambio climático con motivo de un congreso
organizado por la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA), justo después de dejar hace un mes su
puesto de director de publicaciones por el de consultor externo en la misma
organización, debido a los problemas de financiación del instituto.
“Soy optimista de que llegaremos al momento en
el que haremos lo que debemos hacer para vivir una ciudad sostenible. Pero la
pregunta es cuánto tiempo durará y cuántas personas van a tener que sufrir en
esa transición”, cuestiona Gardner durante la entrevista tras su conferencia en
el Oceanogràfic de Valencia.
Pregunta. 15.000
investigadores internacionales alertaban
recientemente a la humanidad de los peligros que implica el cambio climático, como
segundo aviso después de 25 años. ¿Cuál es la forma más efectiva de trasladar
el mensaje a la sociedad, con la alarma de miles de científicos o con las soluciones de un empresario como Paul
Hawken?
Respuesta. En
el Worldwatch Institute hemos pensado durante muchos años que tenemos que dar
alertas porque la situación es peligrosa, pero estamos convencidos de que las
soluciones atraen más la atención del público. La gente no atiende a las
noticias negativas. Una perspectiva más positiva tendrá más y mejores
resultados. Pero hay quienes al leer el libro de Hawken piensan que el problema
está solucionado. Esa tampoco es la idea.
“El problema central en el mundo es que las mujeres en
muchos países pobres no tienen el poder de escoger cuántos niños quieren
tener”
|
P. Su
idea es que en cambio climático no solo se trata de señalar de lo que hacemos
mal, sino que seamos críticos con las soluciones simpáticas pero sin evidencia.
R. Necesitamos
soluciones y tener una actitud crítica de las soluciones. No quiere decir que
lo que Hawken ha publicado no sea cierto. Lo que no podemos asumir es que lo
que dice está listo para aplicarse. Sus iniciativas implican muchos costes que
tenemos que debemos estar dispuestos a priorizar y pagar.
P. A
su juicio, ¿los medios de comunicación nos pasamos de optimistas cuando
hablamos de sustituir unos determinados hábitos por otros para revertir el
cambio climático?
R. Muchas
veces, los expertos que salen hablan de un cambio en su especialidad, pero no
de cambios sistemáticos. La ciudad sostenible no será posible si no cambiamos
el sistema en su conjunto. Eso se ve muy bien en la economía circular. Se habla
de reciclar, de subir la
tasa del reciclaje... todo es bueno, pero solo es una porción de toda la
materia que pasa por la economía. Una economía
circular implica un pensamiento distinto, ya no vale pensar en las
minas, las fábricas y los vertederos. Toda la materia debe circular. No es
sustituir una cosa por otra, sino de vivir más sencillamente. Un buen ejemplo
es compartir
el coche, como ya se ve en muchas ciudades. Para tener acceso y servicio ya
no necesita ser dueño.
P. ¿Estamos
dispuestos a renunciar a poseer cosas?
R. Lo
más importante es el servicio, no la cosa. Si puedo tener el mismo servicio con
el coche, entonces puede disminuir el número de automóviles, y eso implica
utilizar muchos menos recursos. Se necesita un gran cambio, pero no será
doloroso. Puede haber una reducción considerable de recursos y energía sin hacer
muchos sacrificios. Pero también necesitamos algunos sacrificios, como comer
menos carne, porque no habrá un servicio que la sustituya.
P. Critica
que políticos y periodistas no sepan aprovechar las catástrofes
ambientales para hablar de cambio climático.
“La ciudad sostenible no será
posible si no cambiamos el sistema en su conjunto”
|
R. Hay
muchos políticos que conocen muy bien los vínculos entre los desastres y el
cambio climático, pero es difícil que lo digan públicamente. En mi país, los
republicanos saben manipular muy bien al público y pueden tener más apoyo
diciendo que esto es un invento de China, como lo dijera un senador y también
el presidente Trump. Han tenido mucho éxito con esas estrategias. Pero en todo
esto hay una parte muy alentadora. Los políticos a nivel de estado y ciudades
en Estados Unidos se están organizando para combatir el cambio climático. El
gobernador de California, Jerry Brown, estuvo
en Bonn hace un par de
semanas para proponer sus iniciativas a nivel estatal. Es una muestra de que
los Estados pueden contrarrestar la política de Trump.
P. Y
a nivel internacional, ¿qué efecto puede tener Trump en la política contra el
cambio climático?
“Los políticos a nivel de estado y ciudades en Estados
Unidos se están organizando para contrarrestar la política de Trump contra el
cambio climático”
|
R. El
presidente no tiene tanto poder como él cree, aunque tiene bastante. Ha podido
cambiar la política mundial, y está alentando a los líderes más autoritarios como
Putin o Duterte. Es una tendencia espantosa que puede tener repercusiones en el
clima. Sería muy malo que Trump pudiera persuadir a otros líderes oponiéndose
al cambio climático, pero no veo pruebas todavía de que eso pueda suceder. En
el congreso no ha tenido ningún efecto, y eso es muy bueno, pero donde tiene
poder para nombrar jueces, y eso me preocupa mucho. No creo que para Trump el
cambio climático sea una gran prioridad en el campo internacional. A nivel
nacional tiene a su gente en el gobierno cambiando muchas leyes
medioambientales, pero a nivel estatal no tiene poder.
P. Una
de sus líneas de trabajo es la demografía, un tema
que se aborda poco al hablar de cambio climático. ¿Qué nos tiene que preocupar
del crecimiento de la población?
R. El
problema central en el mundo es que las mujeres en muchos países pobres no
tienen el poder de escoger cuantos niños quieren tener. Sin ese poder,
tendremos una población creciente. En África, una educación mejorada
podría resultar en 1.800 millones menos de personas que las Naciones Unidas
estima para 2050. La educación para las niñas es la inversión menos costosa y
más efectiva. Los países en los que las niñas no acceden a la educación
primaria y secundaria cuentan con una alta tasa de crecimiento de la población
y una alta fertilidad.
La educación ayudará a reducir esa tasa de crecimiento, y a eso no se puede
negar los conservadores. Es una solución con la que todos podemos estar de
acuerdo. No critico a los sectores religiosos, porque tienen un juego de
valores que no siempre coincide con el mantenimiento del crecimiento de la
población. Por ejemplo, Polonia es un país muy católico pero su tasa de crecimiento
es baja, Italia también.
“Para
Trump el cambio climático no es una gran prioridad en el campo internacional”
|
P. Hasta
hace poco usted era el director de publicaciones del Worldwatch Institute, pero
ahora, tras los cambios internos debido a la falta de subvenciones y
donaciones, los diez miembros del instituto son consultores externos. ¿Es un
síntoma de que preocupa poco el estudio del cambio climático?
R. Ha
sido una manera de racionalizar las operaciones. Los gerentes quieren
asegurarse de tener los fondos necesarios antes de comprometerse en proyectos.
Las fundaciones en Estados Unidos están diciendo desde los últimos diez o
quince años que quieren ver pruebas del impacto de los proyectos, de lo
contrario no dan más dinero. Nosotros hacemos publicaciones y es difícil decir
que una determinada publicación ha cambiado una política o los patrones de
consumo de las personas. Las fundaciones tienen una visión muy cortoplacista.
Otras instituciones tienen el mismo problema, pero lo han resuelto por unirse con
el sector privado o aceptando dinero de corporaciones. Eso no queremos hacerlo
porque influye en nuestra investigación y reputación.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario