En latinoamérica existe una gran polémica en torno al concepto de desarrollo sostenible. La verdad que es un concepto que ha sido muy poco comprendido, ya que va más allá de las visiones tradicionales del desarrollo, sean de izquierda o derecha. Tanto la izquierda como la derecha son desarrollistas, porque ambas están a favor de un crecimiento económico que no incorpora los costos ambientales, sociales y culturales del proceso de desarrollo.
El desarrollo sostenible está dirigido al cambio de las modalidades de producción, consumo y distribución de los recursos naturales e implica, entre otros, un rediseño de las formas tradicionales de producir altamente contaminates y destructoras del medio ambiente.
Teresa Flores Bedregal
El término desarrollo sostenible se comenzó a utilizar en la primera Estrategia para la Conservación en 1980, dada la evidencia que el desarrollo había generado una gran cantidad de impactos ambientales negativos y que se necesitaba otro modelo de desarrollo que superara esos efectos indeseables. Pero mientras que en inglés existe un sólo término “sustainable” y francés “perdurable”, en español se utilizan los términos sostenible y sustentable, lo que complica el panorama.
En la nueva Constitución se utiliza el término sustentable muchas veces y en cuatro ocasiones el de sostenible. Por eso es importante aclarar que estos conceptos no son sinónimos. El término sostenible se origina en la palabra sostenido pero tampoco es sinónimo de ésta. Sostenido significa que algo puede mantenerse por un determinado tiempo. En cambio sostenible se refiere a un proceso que se puede mantener en el tiempo indefinidamente sin colapsar o deteriorarse. Mientras que sustentable, proviene del vocablo sustentar o más propiamente autosustentar, y se refiere a un proceso que no necesita de fuentes o recursos externos para mantenerse.
Cuando estos dos términos se refieren a procesos de desarrollo implican complejidades que no pueden explicarse en un texto corto. Sin embargo, la principal diferencia es que para que un proceso sea sostenible son necesarios varios requisitos ya que la mayoría de empresas humanas no son sostenibles, duran unos años, tal vez décadas y se terminan. Todas las grandes civilizaciones terminaron colapsando, es decir que no fueron sostenibles. Mientras que los procesos naturales son sostenibles porque se han mantenido por millones de años.
El requisito fundamental para lograr la sostenibilidad es que el proceso de mejora de la calidad de vida humana esté de acuerdo a las leyes de la ecología, por ejemplo: no interrumpa los ciclos naturales, no cause la extinción de especies, minimice los impactos ambientales y la contaminación, y no agote los recursos naturales, entre otros. En cambio para que sea autosustentable se requiere que las sociedades logren la autosuficiencia sin depender de recursos externos, y esto es más difícil de lograr porque las comunidades humanas no viven de forma aislada y menos aún en un mundo globalizado.
En la Cumbre de Río se proclamó el desarrollo sostenible como una nueva meta de la humanidad para superar la crisis ambiental global. Sin embargo, como algunas organizaciones latinoamericanas querían diferenciar su posición de la oficial de las Naciones Unidas y los gobiernos, adoptaron el término sustentable. Es así que en Argentina, México, o Chile se utiliza el término desarrollo sustentable pero sin que haya quedado claramente definida la diferencia.
El término sostenible ha experimentado un rápido enriquecimiento en la última década, e inclusive ha dado lugar a la emergencia de la ciencia de la sostenibilidad, que trata de establecer las condiciones y parámetros para que las interacciones entre los sistemas sociales y naturales no se deterioren en el tiempo.
Ahora bien como la palabra sostenibilidad se ha puesto de moda, muchas empresas altamente contaminantes, proclaman que su producción es sostenible para proyectar una imagen que logre una mayor aceptación de los consumidores. Asimismo, muchos gobiernos hablan de desarrollo sostenible, a pesar de que sus políticas causen grandes daños ambientales. Pero no por eso hay que rechazar un concepto/visión de futuro que es de gran utilidad para cambiar las tendencias que están destruyendo el planeta.
La Paz, marzo 2008
Rodrigo Arce Rojas
rarcerojas@yahoo. es
Cel. 998761315
Fuente: http://www.prodena. org/portal/ index.php? option=com_ content&task=view&id=62&Itemid=2
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