martes, 5 de noviembre de 2013

Relación histórica de los sucesos de la rebelión de José Gabriel Tupac-Amaru, en las provincias del Perú, el año de 1780

Las extorsiones de los corregidores, y la impunidad de que disfrutaban en las audiencias, produjeron el 1780 una fuerte conmoción entre los indios del Perú, capitaneados por José Gabriel Tupac Amaru, cacique de Tungasuca en la provincia de Tinta; que, altivo por carácter e irascible por genio, miraba con rencor la degradación de los indígenas. Último vástago de los incas, y reducido ahora a prosternarse ante el más vil empleado de la metrópoli, no pudo su ánimo sobrellevar en paz estos ultrajes.
Había frecuentado las universidades de Lima y del Cuzco, donde aprendió lo bastante para descollar entre sus iguales. No –II- contento con el cacicazgo, que hereditario en su familia, solicito ser reconocido como descendiente legítimo de los antiguos dinastas del Perú, y había ya conseguido reasumir el título de Marqués de Oropesa que habían llevado sus antecesores.

Preocupado con sus ideas de venganza, sintió la necesidad de adquirir renombre, y derramó sus caudales para hacerse de clientes. Se puso también en contacto con las personas más influyentes del clero, a quienes pintaba con los más vivos colores los vejámenes que sufrían los indios. Movidos por sus quejas, los obispos de la Paz, del Cuzco, y otros prelados del Perú, las habían transmitido al Rey por medio de Santelices, gobernador de Potosí, muy inclinado a favor de los naturales, y cuyos sufragios eran de un gran peso por el crédito que disfrutaba en la corte. Carlos III, príncipe justo y magnánimo, había acogido con interés estas súplicas, y para atenderlas con acierto había llamado al mismo Santelices a ocupar un puesto en su Consejo de Indias.
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LA GESTA REVOLUCIONARIA DE TÚPAC AMARU
El 4 de noviembre de 1780 se produjo el primer acto de la rebelión indígena y campesina que conmovió hasta la raíz el imperio español. Constituyó por su extensión y profundidad uno de los mayores levantamientos sociales en la historia del continente y el laboratorio por excelencia de los más tarde sería la rebelión emancipadora de 1802-1826. A diferencia de los (cada vez más frecuentes) alzamientos producidos en los cincuenta años previos, la rebelión liderada por Túpac Amaru planteó un programa de independencia del domino político español y de ruptura del régimen de opresión de las masas campesina e indígenas, sobre el que se asentaba el conjunto del sistema colonial. Lejos de limitarse a un movimiento exclusivamente campesino a indígena, buscó una y otra vez hacer confluir su lucha con los criollos (y hasta llegó a lograrlo episódicamente) y obligó a todas las clases sociales a tomar posición y poner a prueba sus horizontes sociales e históricos. 
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